Para muchos ser curioso es tan solo una simple característica. Para otros, como en mi caso, puede transformarse en un estilo de vida. Esa preocupación por adquirir saberes, el asombro ante nuevos conocimientos, el interés por descubrir, me fueron llevando por un camino sin retorno pero apasionante. En el sendero del saber uno va adquiriendo información de las huellas que dejan quienes van delante o lo que va delante. De la necesidad de «decodificar» esa información y transmitirla de forma más sencilla y clara nació mí «primer amor» por el Periodismo. Luego de graduarme como Periodista en el año 2008, fui incursionando en distintas facetas del mundo de la comunicación. En ese entonces el vino empezaba a acompañar tibiamente algunas comidas familiares o reuniones con amigos, sin pensar que alguna vez ocuparía un lugar privilegiado. Ese viaje de ida al maravilloso mundo del vino hizo que mí pasión por el mismo creciera inmensamente hasta plasmarse en el título de Sommelier. Cuando dos pasiones chocan, se trenzan en una dura lucha por lograr predominar una sobre la otra. Sin embargo mis dos pasiones lograron «maridar» a la perfección. ¿Por qué no transmitir mis conocimientos sobre el vino de forma más clara y sencilla? ¿Por qué no lograr ser un comunicador del vino que logre una comunión armoniosa entre palabras técnicas y vocabulario cotidiano? ¿Por qué no ser quien descontracture lo que muchos contracturan? Estas preguntas, entre tantas otras, me llevaron al nacimiento de «Sommelier en el Aire».
¡LEVANTEN SUS COPAS PORQUE ESTAMOS AL AIRE!
